“La parte central de la vida es la que vale, la vida es lo que hay en el medio, cuando se puede gozar y se puede amar”. Esta afirmación fue emitida por Pablo Motos en la famosa entrevista que el presentador hizo al líder del partido VOX Santiago Abascal. En un momento determinado y hablando sobre la eutanasia en el final de la vida y del aborto en las fases iniciales, Pablo Motos afirma… “Es que la que vale es la parte central de la vida. En el principio eres un cigoto y en el final un vegetal, lo que vale es lo de en medio” Se trata en realidad de un pensamiento muy extendido en nuestra sociedad utilitarista. Si no puedes disfrutar o si no eres autónomo o «no sirves para nada», estás en la parte de la vida que no merece ser vivida.
Podéis ver el fragmento de la entrevista aquí. Son apenas 3 minutos de video.
https://www.youtube.com/watch?v=v-l9wrrEwHk
PREGUNTAS QUE OS TRASLADO, QUERIDOS LECTORES
Os animo a responder a estas preguntas. Si aceptamos la teoría de Pablo Motos se generan inmediatamente unas inmediatas cuestiones nada baladís y de difícil abordaje.
¿Quién determina qué parte de la vida es la que no vale, la “no mollar”, para proceder a ponerle la etiqueta de prescindible? ¿Ha de ser el estado o el individuo? ¿Cuándo comienza la parte “mollar”? ¿Y si la parte “mollar” se vuelve no “mollar” por circunstancias, por ejemplo, una enfermedad? ¿Y si un individuo percibe en una etapa de su vida que ya no disfruta lo suficiente? ¿Qué ocurre si eliminamos la primera parte “no mollar” de la vida?
En estas breves lineas, expongo la idea de que realmente la teoría de Motos, tan asentada en nuestra sociedad, realmente responde a la visión hedonista y utilitarista de la vida y que niega el valor de la vida misma “per se” de cualquier persona.
PREGUNTA QUE LE TRASLADO A PABLO MOTOS
Si cuando eras cigoto no eras nada y se podía proceder a tu eliminación ¿No crees que España se hubiera perdido a uno de los presentadores más brillantes? ¿No crees que el pensamiento y la ilusión de tu madre de que eras algo más que un cigoto es el que te dio la oportunidad de vivir? ¿Qué ocurre si eliminamos la parte inicial “no mollar” de la vida? Te respondo yo, que nunca habrá parte “mollar”. A las otras dos preguntas te dejo Pablo que respondas tú.
CONCEPTO MATERIALISTA, UTILITARISTA Y HEDONISTA DE LA VIDA HUMANA
Jeremy Bentham afirmó que el criterio de la moralidad, de lo que está bien o mal en el orden moral, reside en el principio de utilidad, y ésta debe ser entendida como la tendencia “a producir un beneficio, ventaja, placer, bien o felicidad”, o a prevenir un daño, dolor, mal o desgracia. De esta manera asume, siguiendo la tradición hedonista del epicureísmo, la identificación entre el bien moral y el placer, y entre el mal moral y el dolor. A quien acepte esta premisa, no le será difícil argumentar en favor de la eutanasia.
Según este precepto, suprimir el dolor, eliminando la vida sufriente y terminal, podría calificarse como un bien moral en sí mismo. De la misma manera, suprimir una vida no autónoma o una vida improductiva también estaría justificado. En definitiva, dos son los argumentos principales que se esgrimen para poder prescindir de una vida: la autonomía y la piedad. Ambos argumentos son usados en el aborto, como vida primigenia no autónoma y en la eutanasia, como vida terminal sufriente y en muchos casos también no autónoma.
LA RESPUESTA DEL HUMANISMO CRISTIANO
Ante el dilema de la vida “no mollar” el humanismo cristiano da una respuesta que personalmente subscribo en su totalidad. Quiero aclararles que para estar de acuerdo con el humanismo cristiano no hace falta ser católico. Yo lo soy, pero en absoluto es una premisa pues esta visión del hombre va mucho más allá de lo religioso. Se trata de una visión integral de la persona que le confiere una dignidad independientemente de sus circunstancias. Lo que la persona es capaz de producir o cómo se siente no le quita ni un ápice a la dignidad por ser persona. Esta dignidad es inherente a todo individuo desde que es concebido hasta que muere independientemente de su autonomía. Para los que somos creyentes además, esta dignidad permanece más allá de la muerte. Existen por tanto dos concepciones sobre la dignidad. Para una, es algo condicionado por alguna circunstancia, como la salud o la autonomía o la ausencia de sufrimiento. Para la otra, es absoluta e incondicionada y no puede perderse nunca.
HUMANISMO VS MATERIALISMO
Sobre la dignidad de la vida humana disputan por tanto dos actitudes contrapuestas. Para una, la dignidad de la vida depende del mantenimiento de alguna cualidad decisiva, como la autonomía o la ausencia de sufrimientos intensos. Para la otra, la dignidad, inherente a la persona desde su nacimiento hasta su muerte, no depende de ninguna cualidad o propiedad. Es esta segunda aproximación la de la antropología o humanismo cristiano. La vida de una persona no vale por lo que ésta sea capaz de hacer o producir. Esto es puro utilitarismo y materialismo o incluso si me apuran, capitalismo salvaje. La vida de una persona por sí misma vale infinitamente más que el conjunto de las cosas, sea o no una vida autónoma o más o menos sufriente. No hay vidas más o menos dignas de ser vividas. No hay ninguna vida indigna ni carente de sentido ni la del joven sano y fuerte, ni la que se extingue por la edad y la enfermedad. La negación de este precepto y más si es a favor de un estado que es quién decide es de unas consecuencias terribles. Deberíamos en este sentido aprender de los horrores del pasado ya que con mucha frecuencia eutanasia y eugenesia suelen ir de la mano.
OTRA VISIÓN DEL SUFRIMIENTO Y DEL DOLOR
Cuando todos los valores superiores se niegan, sólo quedan el placer y la supresión del dolor como fines principales. Muchos contemporáneos pretenden que la vida sea una permanente noche de juerga o un eterno jardín de infancia algo que por otra parte es imposible empíricamente. La vida implica sufrimiento en muchos momentos y éste no siempre es un mal. ¿Se puede de hecho amar sin sufrir? No, como tampoco se puede vivir sin sufrir. Aceptando pues que el sufrimiento forma parte de la vida ¿Puede el sufrimiento anular la dignidad de la vida cuando se da? ¿Es indigna una vida extremadamente sufriente?
La respuesta es que tampoco el sufrimiento extremo y la desesperanza hacen perder al hombre su condición personal. Por el contrario, la capacidad de soportar el dolor y hacerle frente aumenta la dignidad de una vida. Miguel de Unamuno decía que en el dolor nos hacemos y en el placer nos gastamos. Al final de la Barcarola de los cuentos de Hoffmann, de Offenbach, se canta: “El amor nos hace grandes, y el llanto aún más”. Lo cierto es que el dolor ajeno nos mueve a la compasión, nos conmueve y el propio nos modela. El dolor es la forja del alma. No se puede esculpir sin dar golpes con el cincel. Se podría decir que lo que somos lo somos por todo lo que hemos vivido, incluyendo el dolor, que nos hace crecer. Shauna Niequist en su libro Agridulce (Vida Publishers, 2011) subtitula “Cuando la vida es dulce, da gracias y celebra. Cuando sea agria, da gracias y crece”. Los psicólogos Tedeschi y Calhoun definieron el crecimiento postraumático como el cambio psicológico positivo experimentado como consecuencia de la adversidad y que conllevaba una mayor empatía con los que sufren, aumento de la gratitud por la vida en general y una mayor profundización en una conexión espiritual o propósito, lo que puede incluir el cambio de creencias o la redefinición de las mismas. El dolor que encontramos en la vida nos hace fuertes sin sabemos encararlo, nos acerca a Dios si somos creyentes y sino probablemente te lleve, cuando menos, a cuestionarte las grandes preguntas de la vida, aquellas que merece la pena hacerse cuanto antes para otorgar sentido a la vida misma.
Por el contrario un mundo sin dolor sería un mundo privado de la mayor parte de las cosas buenas. Para empezar sería un mundo sin compasión y sin heroísmo, probablemente un mundo sin mérito moral. Sería asimismo un mundo sin amor. Pensemos en acciones realmente ejemplares. ¿Cuántas de ellas se habrían realizado en un mundo sin dolor? Como afirma el pensador y escritor C.S. Lewis, “el dolor proporciona una oportunidad para el heroísmo que es aprovechada con asombrosa frecuencia”.
EUTANASIA
Amparados en la visión de que la vida sólo merece la pena cuando el dolor no está y la autonomía es plena, la eutanasia goza de algunos argumentos aparentes a su favor. Se cobija bajo la protección de la libertad y la autonomía. Si un hombre no desea continuar viviendo, habría que respetar su voluntad. Seríamos absolutamente libres para hacer todo aquello que no entrañe ningún daño a otro. Además, si no es el estado el que decide sino la persona, no se impone nada a nadie. Perfecta libertad incluso para dejar de vivir. Y acaso el más extendido argumento sea la piedad, el cese del sufrimiento, el supremo mal, al parecer en nuestro tiempo. Pero la respuesta del humanismo cristiano es que la aceptación de la eutanasia niega la condición personal del hombre, y entiende que la vida no vale en sí misma, sino que se acepta a beneficio de inventario. Cuando el balance es negativo, se repudia. Estamos ante otro episodio de la equivocada relación entre medios y fines. La legalización de la eutanasia pretende que el fin de suprimir el dolor justifica el medio de acabar con la vida. Pero sabemos que esto no es así. Aquí, el medio es matar. Algo parecido podría decirse sobre la pena de muerte o la tortura, realidades en cambio que no son aceptables en nuestra sociedad. No es posible que el bien surja del mal. En la valoración de la vida, no caben medias tintas. Sí a la vida, a toda vida, también a la vida terminal o a la vida que acaba de empezar en la tripa de una madre. Una persona puede haber perdido la mayoría de sus rasgos o estar en proceso de desarrollarlos, pero nunca perderá su condición de persona desde que nace hasta que muere. Otra cosa conduciría a posiciones nihilistas y antihumanistas. El declive actual de la protección jurídica de la vida tiene mucho que ver con la propagación de una actitud antihumanista y, por tanto, antipersonalista. La crisis intelectual y moral, en suma, espiritual, de nuestro tiempo parece evidente. Frente a ella, ejemplos reales como el de mi amigo Pedro (nombre ficticio pues él es de una marcada modestia), aquejado de dos terribles enfermedades, una de ellas degenerativa que le ata a una silla, pero ejemplo extremo de superación, alegría y buen humor aun en las más difíciles circunstancias. Pedro da, pese a su no autonomía, un cariño insustituible a su familia y amigos encontrando en su dolor una forma más de superarse y acercarse a lo que considera lo fundamental de la vida “Dios”.
LUCHA CONTRA EL DOLOR NO ES EUTANASIA
Por supuesto que el dolor ha de evitarse en la medida de lo posible, sobre todo el dolor físico por una enfermedad. El arsenal terapéutico con el que se cuenta hoy en día para la supresión del dolor es extraordinariamente eficaz. En este sentido hay que distinguir entre la oposición a la eutanasia con la defensa del llamado encarnizamiento terapéutico. Nunca se deben adoptar medidas excepcionales para mantener a toda costa la vida que se apaga y hay que facilitar que lo haga con el menor dolor posible. Los medios hoy en día son muchos y es necesario el uso de todo este arsenal terapéutico. Pero más allá de este dolor físico, está el dolor emocional y la soledad experimentada por muchas de estas personas. Por encima de todo, lo que realmente necesita la vida que se acaba es amor y compañía además de los mencionados cuidados paliativos, nunca, en mi humilde opinión, la inyección letal o la muerte por inanición como el triste caso de Noa Photoven. Por el contrario un dosis de amor siempre será la mejor terapia de quien sufre y afronta la enfermedad.
UN HOMENAJE A NUESTROS MAYORES
No quiero acabar este artículo sin hacer un sentido homenaje a nuestros mayores. Al contrario que la tesis defendida por Pablo Motos, quisiera desde estas humildes líneas, hacer un homenaje a la generación que, de forma silenciosa, se carga a los hombros buena parte de este país cada mañana. Son los luchadores de épocas muy difíciles, como la transición española, los que, ahora, lejos de dedicarse a un plácido retiro, educan y cuidan a sus nietos casi como antes les tocó hacerlo con sus hijos. La incorporación de la mujer al trabajo y la falta de una real política de conciliación, les ha llevado de nuevo en muchos casos a tener que cuidar y educar a los más pequeños de nuestras casas. Y lo hacen con un cariño y dedicación del que solo ellos son capaces de tener, aportando un valor incalculable en el enriquecimiento de sus nietos. Recientemente y con motivo de una celebración familiar, me tocó disfrutar nuevamente del extraordinario espectáculo de ver a mis hijos jugando y disfrutando de la presencia de sus abuelos y comprendí una vez más que su cariño, sabiduría y experiencias son insustituibles y que el bien que a nuestros hijos les hace esta presencia es extraordinario. La parte “Mollar” de la vida quizá esté escondida en donde Pablo Motos no sospecha, aquella en donde se da y se recibe un cariño que no tiene igual y que marcará una indeleble huella en las futuras generaciones que habrán de regir nuestro mundo.
La eutanasia no te obliga a morir.
El aborto no te obliga a abortar.
El divorcio no te obliga a divorciarte.
El matrimonio igualitario no te obliga a casarte con una persona homosexual.
Los derechos no te obligan a nada.
La prostitución no te obliga a prostituirte, pero estaremos todos de acuerdo que hay que prohibirla porque, aunque ejercida de forma voluntaria, es inherentemente mala y denigrante. En cuanto al aborto, hay un tercero de por medio, una vida naciente y precisamente por eso totalmente desprotegida. Es como si discutimos del derecho a asesinar y lo justificamos porque no te obliga a nada.
La Constitución, en el artículo 16, tras garantizar la libertad religiosa y de culto, preceptúa que ninguna confesión tendrá carácter estatal. Por tanto, configura un Estado laico semejante al de cualquier país democrático. A renglón seguido, la Carta Magna matiza que los poderes públicos cooperarán con la Iglesia Católica y demás confesiones. Ese nombramiento de la Iglesia se ha dicho, en alguna ocasión, que desvirtúa el laicismo previamente establecido. Una interpretación inexacta. En el Diario de Sesiones del Congreso de 18 de mayo de 1978, nº 69, p. 2481, leemos que «sentada la no confesionalidad hay que rechazar que venga a establecerse de forma solapada, pues solo se trata de un sano principio de entendimiento».
Pues eso, que cometo muchos errores y los asumo, pero para interpretar ya estás tú y como la interpretación de momento es libre ahí dejo la mia.
A colación del concordato, que viene de haberse firmado en el 53 por el nacionalcatolicismo dictatorial y reformado en el 79 como bien sabes. Muy aconfesional todo si.
Muy y mucho que diria aquel.
Felices fiestas y dias festivos
Zorionak eta urte berri on
Estimado Ignatius, no se a que viene lo de los insultos. Me perdí.
Y si, libertad de expresión a pesar de la ley mordaza. Por supuesto.
El simil deportivo del pase a porteria es una opinión tan respetable como cualquier otra, pero a lo mejor eres tú quien debe releer e interpretar lo que yo escribo.
Samanté y a disfrutar de los festivos en el estado laico del que hace gala la tan defendida carta magna.
Cometes un error. La carta magna no habla de estado laico sino de estado aconfesional. Son cosas muy muy distintas, para luego reconocer el papel preponderante de la religión católica . En el artículo 16 «Se garantiza la libertad ideológica, religiosa y de culto de los individuos y las comunidades» y «Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica»
Feliz Navidad!
Estimado y venerado Ignatius
Sentido común y contundencia. No está mal que asi califiques algunos comentarios sobre todo cuando vienen de paginas y perfiles que seguro que conoces https://m.facebook.com/NakedKing/
¿Obligación a proteger la propia vida? Supongo que te refieres a planes de autoprotección, seguridad pasiva y similares.
Lo mismo esta ligado a obligaciones de empresas para con sus trabajadores para evitar los abusos y las consecuencias nada deseables de los accidentes tanto nivel individual como social y económico.
Samanté para todes
Estimado Calatravo,
Pensaba que estabas a favor d ela libertad de expresión. Yo lo permito caso todos excepto los insultos. SI he dejado algún mensaje con insultos sin borrar se me ha pasado, lo demás lo suelo permitir como creo que a ti personalmente te agrada.
No, cuando hablo de la obligación de proteger la propia vida en los ejemplos que he dado no he puesto ni uno solo sobre las obligaciones de las empresas de proteger la vida de los trabajadores. Son cosas totalmente distintas. Lee otra vez los ejemplos y verás que lo tuyo ha sido un pase a portería cuando no se sabe qué hacer con el balón.
¡FELIZ NAVIDAD amigo Calatravo!
Estimado ignatius.
Confundes o quieres confundir la autoproteccion con la libertad para elegir como acabar con la propia existencia.
Mira a ver si tiras de ejemplos que no se hayan ya usado en otros foros y redes.
Y en cuanto al reconocimiento de identidades por quien corresponda y las posibles consecuencias legislativas, sociales y lingüísticas, aparte de visionario te noto un pelin pesimista.
Parece que los cambios te asustan, sobre todo aquellos con los que no estas de acuerdo.
Samanté¡¡
Desconozco si esos ejemplos se usan en otros foros y si lo hacen me alegraría porque son de sentido común y contundencia. Y no, no confundo autoprotección. Si uno puede decidir acabar con su vida también puede decidir no autoprotegerse. Faltaría más. Lo contrario si que sería un autentico absurdo y contrasentido. De modo que tengo derecho a acabar con mi vida cuando lo estime oportunop pero estoy obligado a proteger mi vida ¿Cómo se come eso Calatravo?
Saludos
Eatimado ignatius
Algunos pensamos que hay maneras de vivir ( respirar y latir) mas dignas que otras e incluso que hay maneras de vivr simplemente indignas – poco tienen que ver con esos regimenes diabolicos que tanto criticas, por cierto-.
Cuando hablas de argumento moral de que moralidad hablas ?¿. La tuya poco, nada o mucho tendra que ver con la mia o con la del vecino, pero la usas como argumento, bien está, pero entenderas que es discutible.
Sacar a colación el aborto como plato a la carta, va a ser que no mr. Ignatius. Esta regulado muy a pesar de muchos de los que quereis imponer vuestra voluntad y moralidad en el cuerpo y la mente de otros.
Criticas la intervencion estatal en lo economico pero en lo personal priman otras cosas.
Samanté y lo dicho, a disfrutar del pseudopuente.
Al final los fanáticos van a ser otros,
Y algunos pensamos que no hay vidas más dignas que otras solo porque esté presente una enfermedad o una imposibilidad y que no tiene sentido poner un dignitómetro a valorar cada vida. Todas son vidas humanas con la misma dignidad que no depende de sus circunstancias. Ahora viene la parte importarte ¿Qué moral aplicamos la tuya o la mía? ¿o la de todos? Y si alguien tiene una moral que dice que su vida, por muy sana que sea, no tiene dignidad? ¿También la respetamos? La aceptación de la eutanasia lleva inevitablemente a la del suicidio asistido ya que la diferencia entre ambas cosas es una supuesta diferencia de dignidad de una vida y otra, pero si la dignidad la pone y la percibe el individuo habrá que respetar el suicidio. Y si lo que propones es que la gradúe el estado… el estado tendrá la potestad de acabar con una vida humana que no sea capaz de expresar su voluntad y que determine que es indigna. Ahí estamos ya en la eugenesia. Todos estos conceptos van cogidos de la mano desde el momento en que aceptas que hay distintas dignidades de la vida humana y algunas no son dignas de vivir.
Saludos
Igual que para vivir debemos ser libres ( mantra que repiten muchos para casi todo) para morir también debemos serlo.
Que cada cual haga con su vida lo que quiera y que ni ideologias y, sobre todo, religiones, impongan sobre cuerpos y vidas ajenos su voluntad- a no ser que uno o una quiera- .
Samanté
¿Lo ves? Si al final me das la razón. Eutanasia y derecho al suicidio van de la mano. Al final reconoces que la persona tiene derecho a terminar con su vida. Respeto tu opinión pero no la comparto y tal y como te dije, ya puedes ir cambiando una enorme cantidad de cosas tanto normativas como de derecho. Ah! lo de imponer sobre cuerpos ajenos, supongo que lo dirás por el aborto en donde se elimina a un tercero. Por cierto, muy bien lo del lenguaje inclusivo pero «Uno o una» es redundante y así los ha dicho la RAE. Te lo digo porque sino se te va a multiplicar el trabajo…
Saludos
Estimado Ignatius, la redundancia no siempre tiene porque ser sinónimo de error y prefiero incluir y que se multiplique el trabajo que excluir y pecar de vago.
Y si, claro que creo que una persona tiene derecho a acabar con su vida por supuesto. Me habré explicado mal en los anteriores post, no voy a pensar que no me entendistes.
Y en cuanto al aborto, tambien por supuesto – con sus supuestos otra redundancia- no considero seguro lo mismo que tu.
Es lo que tiene partir de creencias, ideologias y premisas distintas.
Samanté para todos y todas. El todes esta vez me lo ahorro por deferencia a ti.
Soy un fanático con corazón.
Estimado Calatravo, efectivamente te ahorras el todes como te ahorras las otras 110 identidades de género que la ONU ya reconoce. Dale tiempo, pronto se reconocerán un centenar más. Lo que me pregunto es cómo se va a gestionar esta “autopercepción personal subjetiva“, que aparece en la propia definición de Identidad de Género, a la hora de afrontar determinados temas: ley de violencia de género, brecha salarial, discriminación…
Respecto al otro tema, Lo dicho, Si una persona tiene derecho a acabar con su vida como tu defiendes, la legislación no puede obligar a llevar casco en moto, ni a desalojar un vivienda en ruinas ni ante un incendio desalojar nada… Cada cual será libre de poner en riesgo su vida porque será libre de prescindir de ella. No más llamadas al 112 por ver suicidas, retirada de mamparas antisuicidio, fuera el delito de asistencia al suicidio etc…
Saludos!!
Estimado Ignatius
Sinceramente creo que mezclas cosas y que pones ejemplos que no corresponden aunque, no por ello no dejan de ser usados por aquellos que abanderais el supuesto derecho a la vida ( sea digna o no, eso parece ser secundario) por encima de todo.
Hablas de cercenar miembros, de eliminación de barrreras.. cuando yo lo unico que digo es que cuando – y solo cuando- la enfermedad sea irreversible, el dolor insufrible y no haya perspectivas de mejora sea el individuo quien decida si continuar o no, piense o no que despues de la muerte haya algo o no haya nada de nada.
Por cierto, en la definicion de la rae no aparece como buen dices ninguna exclusión, como tampoco aparece en la palabra familia, menor, agua o madera. La rae define terminos no excluye acepciones.
https://dej.rae.es/lema/asesinato
Samanté y a disfrutar del feriado que conmemora el sacrosanto texto cuasiintocable.
Estimado Calatravo
Algunos pensamos que la vida siempre es digna y que lo que es indigno es acabar con ella. Hablas de cuando el dolor sea insufrible… SI te refieres al dolor físico, las actuales armas terapéuticas hacen que ningún dolor sea insufrible. Disponemos de analgésicos extraordinariamente potentes tanto para atenuar el dolor de la parte final de la vida si lo hay como para atenuar cualquier dolor de cualquier enfermedad. Si te refieres al dolor moral de verse por ejemplo impedido, aquí es donde entra la total subjetividad de la valoración del individuo. Para algunos una simple depresión o el simple hecho de vivir será mucho más doloroso que para otros estar tetraplégico. ¿Si al paralítico le permites la eutanasia porque lo desea por qué no se lo vas a permitir al sano que tiene sufrimiento porque ve la vida asquerosa? No tienes argumento moral para dárselo a uno y negárselo al otro.
El caso de la enfermedad incurable llena de dolor es el que abre la puerta para luego colarse otros muchos. El ejemplo es Holanda que empezó aplicando la eutanasia en casos extremos, luego siguió con alzheimer, depresión (Noa Pothoven por ejemplo se le permitió el suicidio asistido con tan solo 18 años por estar con una depresión) y terminan los médicos y familias aplicando la eutanasia a quienes ellos valoran tienen una vida deplorable…. Lo mismo ocurrió con el aborto. primero la violación luego los defectos congénitos, para luego dejar también síndrome de Down (eugenesia) y finalmente a la carta.. Siempre es el mismo camino, desde el supuesto caso excepcional que conmueve a todo el mundo a terminar siendo un plato totalmente al gusto y a la carta, por eso realmente no mezclo sino que voy tirando del supuesto derecho a morir por enfermedad hasta acabar con el derecho a morir en su máxima expresión que sin duda sería el final del camino sino tiempo al tiempo.
Estimado Ignatius.
«Hay que eliminar el sufrimiento del enfermo no al enfermo que sufre». Puedo coincidir contigo en la primera parte de la frase, no así en en la segunda en el sentido que tú le quieres dar. No se tratar de eliminar al enfermo que sufre, se tratar de hacer aquello que él o ella quiera, sea anciano o alguien de 20 años, que no quiere seguir sufriendo de manera insoportable/intolerable y sin perspectivas de mejora (algunos le llamáis seguir viviendo) por el motivo que sea y que no tiene posibilidades de terminar por sus propios medios.
Comparar la pena de muerte con la eutanasia es, cuanto menos, arriesgado. En la primera no se cuenta, al menos que yo sepa, con el consentimiento del reo, y en la segunda es requisito indispensable. Sutil diferencia acaso.
La llamada muerte dulce – el término lo has sacado a colación tú- puede que la consideres eufemismo pero tildar de asesinato a la eutanasia no es mas que una manipulación del término, al menos si consideramos al mismo desde el punto de vista legal: no existe ni alevosia, ni precio ni ensañamiento, tal y como está recogido en el Código Penal vigente en este nuestro país.
Samanté¡¡
Salud a todos y a todas de parte del fanático ideológico que llena las páginas de párrafos sin sentido y al que alguno ha mandado que se pierda (¡¡). Yo casi prefiero que la gente se encuentre. Es mucho mas constructivo. Pero seguro que ando equivocado; quien no hace no yerra.
Estimado Calatravo,
Como sé que te gustan las definiciones, en el diccionario de la lengua tanto para el término homicidio como para el de asesinato no aparecen por ningún sitio la exclusión de hacerlo bajo petición del asesinado. Asesinato y homicidio son términos total y absolutamente independientes de que el asesinado lo haya solicitado o no.
En cuanto a la sacrosanta voluntad del que desea morir ¿Dónde pones los límites? o ¿no hay límites? Un señor que se siente triste o una con una depre porque le ha dejado la novia ¿Los matamos también porque en ese momento lo deseen? ¿No te parece más ético ponerle un tratamiento a esas personas? Según la asociación americana de psiquiatría un 70% de la gente que ha intentado suicidarse luego se arrepiente y aprecian seguir viviendo… y dándole la vuelta ¿Quién no ha pasado alguna vez por una muy mala etapa en donde te planteas incluso que la vida no merece la pena ser vivida? ¿A todos los que lo soliciten los matamos? y dime ¿Si alquien le apetece vivir sin una brazo porque quiere vivir esa experiencia ¿Se lo cortamos? Ningún médico por su juramento hipocrático, debería ni quitar vidas ni quitar partes del cuerpo independientemente de que se lo solicite nadie. Ellos están para curar no para matar.
Reitero, hay acciones de derecho natural que son en si mismas indecentes y acabar con la vida humana es una de ellas aunque el sujeto lo pida. Tal y como te dije en otro comentario si asumes que el derecho a suicidarse prevalece ya puedes ir cambiando una gran cantidad de leyes pues no puedes obligar a nadie a preservar su vida en contra de su voluntad. Fuera, obligación del casco en la moto, fuera evacuación por peligros naturales (si alguien desea quedarse en su casa y morir quemado en un incendio no puedes por derecho obligarle si así expresa su deseo) , fuera barreras antisuicidio de los edificios y puentes, fuera llamadas al 112 porque hay alguien subido en una azotea con pintas de tirarse. Habría además que poner en las unidades de psiquiatría de los diferentes hospitales públicos unidades de orientación al final feliz como parte de la solución a los problemas de la gente..
Finalmente te diré que una cosa es subscribir un testamento vital a favor de la eutanasia cuando uno está bien y otra es verse en el futuro en una situación en donde probablemente no lo subscribirías aunque puedas estar inconsciente y no tengas la oportunidad de revocarlo.
La inyección letal es un método de ejecución que consiste en inyectar por vía intravenosa y de manera continua una cantidad letal de diversos fármacos combinados, que producen, sucesivamente, inconsciencia, parálisis respiratoria e infarto. Su uso es legal en China, Vietnam y Estados Unidos.
No a la inyección letal ni a cualquiera de los metodos de asesinato disfrazado de justicia por parte de Estados dictatoriales o de modelos hipermegaliberales como el que muchos ponen como ejemplo para casi todo.
La definición de wikipedia ha hecho confluir nuestras opiniones. O no.
Samanté¡
Estimado Calatravo,
¿por lo visto crees que a la eutanasia se le llama muerte dulce (eufemismo sin duda) porque al anciano de turno se le mata con caramelos? Pues no es así. se usa fenobarbital y pentobarbital, exactamente las mismas sustancias que se usan en los métodos de ejecución que tan fielmente has descrito. Si lo piensas bien, la pena de muerte es provocar la ejecución de un reo para evitar males mayores y dolor a una sociedad y en el caso de la eutanasia se provoca la ejecución para evitar males mayores y dolor a la propia persona. Pues en mi opinión ni la presunta protección de la sociedad ni la presunta protección del individuo justifican en ningún caso acabar con la vida humana. Hay que eliminar el sufrimiento del enfermo no al enfermo que sufre
Estimado Ignatius.
Que no te sorprenda en absoluto que esté pendiente de las publicaciones de este blog (lo de humilde lo has escrito tú), ha sido un descubrimiento y me divierte y entretiene mucho más que ver en la tele al presentador que has citado. Aparte mi trabajo y mis obligaciones me lo permiten: soy un privilegiado, varón, heterosexual y blanco con trabajo y acceso a televisión e internet.
Yo nunca te llamaría fanático ideológico por no pensar como yo, pero vamos que cada uno se ofende con lo que quiere o puede.
Samanté y si, derecho a una muerte digna, con o sin asistencia externa.
Si, derecho a una muerte digna, no a un asesinato digno que no existe por definición. ¡No a la inyección letal!
Estimado Ignatius, desde mi fanatismo ideológico (esto si que lo has aprobado en otro post, que cosas) puedo hasta entender tu argumento para no publicarlo. Puedes sin embargo eliminar el enlace sin más pero dejar el resto, te guste más o menos.
El contraste de opiniones es licito, hasta sano diría yo, pero privar a quien lea este blog de otras opiniones en algunos sitios lo pueden llamar censura.
Esta es la realidad a día de hoy:
CÓDIGO PENAL. ART. 143
El que induzca al suicidio de otro será castigado con la pena de prisión de cuatro a ocho años.
Se impondrá la pena de prisión de dos a cinco años al que coopere con actos necesarios al suicidio de una persona.
Será castigado con la pena de prisión de seis a diez años si la cooperación llegara hasta el punto de ejecutar la muerte.
El que causare o cooperare activamente con actos necesarios y directos a la muerte de otro, por la petición expresa, seria e inequívoca de éste, en el caso de que la víctima sufriera una enfermedad grave que conduciría necesariamente a su muerte, o que produjera graves padecimientos permanentes y difíciles de soportar, será castigado con la pena inferior en uno o dos grados a las señaladas en los números 2 y 3 de este artículo.
Y sin enlaces, no vaya a ser que inoculen el virus de la progresia, un resumen la cuestión.
El Código Penal prevé condenas de varios años de prisión para cualquier persona que actúe como cooperadora necesaria en la muerte de otra, aunque esta última lo haya pedido libremente a causa de un sufrimiento irreversible e insoportable.
Sin embargo, en España y en todo el mundo se practican eutanasias clandestinas a menudo. Un estudio de la OCU en el 2000 reveló que alrededor de uno de cada diez médicos en España reconoce haber ayudado a morir a sus pacientes.
Todas las encuestas revelan que una amplia mayoría de la ciudadanía apoya que se despenalice la muerte asistida y se regule con garantías. Las más reciente, de Metroscopia (en 2019) y de Ipsos (en 2018), elevan el apoyo al 87% y 85% de la población, respectivamente. Una encuesta europea elaborada por Ipsos Mori para The Economist (en 2015) cifró este apoyo en un 78%.
En noviembre de 2018, el Colegio de Médicos de Bizkaia publicó una encuesta entre sus colegiados, la única de este estilo en España, que lleva el apoyo a la eutanasia entre estos profesionales al 86%. Además, dos de cada tres aseguraron que no se acogerían a la cláusula de objeción de conciencia.
En abril de 2019, el Colegio Oficial de Enfermería de La Rioja presentó los resultados de una encuesta entre sus colegiados sobre la eutanasia. En este caso el apoyo a despenalizar la muerte asistida también es abrumador. El 81% de las personas consultadas se mostró a favor de legalizar la eutanasia.
En 2018, por primera vez, se admitieron a trámite dos proyectos de despenalización de la eutanasia en el Congreso de los Diputados. Y aunque contaban con suficiente apoyo para ser aprobadas, el filibusterismo parlamentario de los grupos conservadores bloqueó su tramitación hasta que la convocatoria de elecciones hizo que decayesen.
Samanté¡¡
Estimado Calatravo, aquí no se censura a nadie excepto cuando se insulta o se falta al respeto. Tu no has hecho ninguna de las dos cosas y tampoco lo han hecho contigo o no más de lo que tu lo has hecho conmigo.
Es sorprendente lo pendiente que estas de las publicaciones de este humilde blog. Te agradezco que me sigas con tanto interés
Y no, no me da tiempo a responder a todo, sobretodo si la respuesta ha de ser más o menos extensa y razonada y por supuesto que tengo prioridad por cumplir con mi compromiso de sacar un artículo semanal, aunque mi esfuerzo me cuesta.
Saludos
Por supuesto que está penada la asistencia al suicidio. La voluntad de un individuo no puede prevalecer sobre todas las cosas. Parece que por que alguien desee algo siempre hay que dárselo si no molesta a los demás incluyendo la supresión de su vida. Siguiendo ese razonamiento si alguien desea voluntariamente trabajar por debajo del salario mínimo ¿También hay que concedérselo? ¿Y si alguien, una mujer, desea seguir siendo maltratada por su marido? Te dire lo que pasa, que entonces se pasa de su deseo y actúa de oficio la fiscalía? ¿Y si alguien desea voluntariamente hacerse esclavo de otra persona o llevar un burka? Hay cosas que van contra de la dignidad de la persona y aunque lo desee no se le debe conceder el deseo. En Alemania hubo un célebre caso de un señor que soñaba ser comido por otro, por supuesto ello conllevaba el asesinato. Quedó claro que el segundo solo cumplió el deseo del primero pero ello no le eximió de pagar su culpa. Lo mismo podría decirse de la prostitución o de la venta de órganos. Si una mujer quiere vender su cuerpo o su riñón ¿Por qué se los has a impedir? Lo que uno desea y quiere tiene límites y estos no solo son el no perjudicar a los demás sino la propia dignidad de la persona, sino aceptas esto ya puedes cambiar la legislación en muchísimas cosas, no puedes multar por no llevar casco en la moto y también habrás de dar de alta en la seguridad social a prostitutas y regular la venta de órganos por dinero y quitar todas las mamparas de protección antisuicidio que hay por ejemplo en el puente de Toledo de Madrid y sustituirlas por toboganes que faciliten los deseos de quien se quiera suicidar…
La libertad de un individuo no puede prevalecer sobre todas las cosas, por supuesto, siempre y cuando afecte de alguna manera al resto de la sociedad, te ha faltado decir.
No se trata de dar todo a quien lo pida, creo que el post habla, aparte de otras cosas, de la eutanasia y del derecho a morir DIGNAMENTE, no es cualquier cosa ni, de lejos, nada relacionado con los ejemplos que esgrimes.
– trabajar por debajo del salario mínimo (mas quisieran algunos por cierto) podría repercutir en los derechos laborales del resto y bastante tenemos con las reformas laborales mas recientes. Lo de la esclavitud hace años que está hasta mal visto.
– No sé si una mujer puede llegar a desear ser maltratada por su marido, mira que me extraña, pero el ejemplo es, cuanto menos, curioso, mas cuando hay algunos y algunas que niegan la existencia misma del maltrato. Las relaciones sadomasoquistas no están penadas, por cierto y, según dicen, tienen hasta su punto.
– Si yo deseo llevar burka, o un vestido de monja clarisa, es mi problema. A ver si ahora el dress code va a venir impuesto.
– En cuanto a los suicidios en el Puente de Toledo (madrileño pareces), anda que no hay sitios y maneras de hacerlo sin necesidad de poner toboganes.
– Venta de órganos, prostitución…. sacar provecho de algo o de alguien no tiene nada que ver con el derecho a una muerte digna, aunque para algunos incluso el alquilar un vientre para tener un hijo puede ser negocio. Viva el capital.
No te compro esos argumentos.
Y si, yo ya hice en su día el testamento vital. No quiero que se prorrogue mi existencia mas allá de lo que considere (yo, ni el Estado ni algún dios todopoderoso) teniendo en cuenta criterios de dignidad, sufrimiento y, como no, dolor y servidumbre ajena – familia y amigos a los que pueda hacer depender de mi -.
Todo es discutible, por supuesto.
Samanté¡¡
Estimado Calatravo
No puedo aprobar un comentario donde pongas el enlace que has puesto. Como comprenderás no voy a dejar que se haga campaña en esta página mediante enlaces para que la gente solicite eutanasia
Un saludo
Estoy convencido de que el presentador no ha pensado bien en lo que dice, que no se sostiene por ningún lado.
En los países donde está aprobada la eutanasia comienza a haber cada vez más casos en donde el paciente no ha declarado explícitamente que la desea y se lo aplican (se habla ya de 400 casos en Holanda) Claramente a eso vamos pues supodrá un ahorro a la seguridad social
Gracias Miguel por tu aportación.
Es cierto que cada vez hay más casos que acaban en tribunales en donde los tribunales «reprenden» a los médicos por haber practicado la eutanasia sin un claro consentimiento, sobretodo en Holanda ha habido ya nos cuantos casos, pero a pesar de «reprender» no acaban en condena. Es similar al tema del aborto en España que se hacía sin seguir los casos de despenalización contemplados en la ley pero luego no había condenas.
Estimado Ignatius. Ya veo que vas sacando tiempo para escribir, seguro que el trabajo ya te permite hacerlo, incluso moderar o no determinados comentarios.
Respecto lo que comentas, no puedo mas que estar en desacuerdo, sin por ello coincidir con el citado presentador del show televisivo.
Dices que la dignidad humana es independiente de sus circunstancias y que no hay vidas mas dignas que otras – pones ejemplos de algún conocido que no pongo en duda pero todos y todas podemos poner ejemplos de lo contrario – nombras al dolor como una virtud (te falta decir que quien bien te quiere te hará llorar) y argumentas que la eutanasia niega la condición personal del hombre, como si el derecho a decidir sobre la propia existencia tuviese que depender de tu dios, de cualquier otro o del Estado (art. 143.4, de hecho ya lo hace).
Menos mal que el apoyo a la muerte digna cada vez está mas extendido y que lo que tu llamas «perdida de valores y crisis intelectual y moral, en suma, espiritual» no es más que una opinión en la que dejas claro que hay unos valores y una moralidad que es la que sirve, mientras que las otras como que no.
Otras opiniones y datos también podrían presentarse pero claro está, es la mayoría progre y sin valores la que maneja la opinión pública y, aunque te pese, muy probablemente regulará en la próxima legislatura el derecho a morir dignamente. Mayoría que, curiosamente, poco o nada tiene que ver con el presentador al que haces referencia.
Samanté¡¡
Muy buen artículo. Se agradece este rayo de esperanza en un mundo cada vez más dominado por la cultura de la muerte.
Muchas gracias Paula!