Esta semana nos hacemos eco de una carta de una enfermera de unidad de cuidados paliativos difundida en redes sociales y publicada parcialmente por el diario ABC. Por su enorme valor y por su visión diferente a la habitualmente mostrada en medios de comunicación la reproducimos íntegramente.
Durante esta semana hemos estado escuchando mucho sobre eutanasia sí, eutanasia no. Esta carta no va dirigida a condenar nada, ni a criticar a ningún partido político. Me parece que el sufrimiento de los pacientes que piden la eutanasia es muy profundo y su petición muy respetable. Nunca juzgaré a nadie que esté pasando por una situación de gran dolor.
En esta carta quiero compartir mi experiencia como enfermera de onco-hematología y cuidados paliativos. Estoy convencida que independientemente del partido político al que se pertenezca, casi todo el mundo sabe que la vida es mejor que la muerte, y que cuando una persona que se encuentra en una situación de grave enfermedad pide la muerte, es porque todo lo demás ha fallado y por lo tanto es un fracaso, no de la persona que sufre, sino del sistema, que no ha sabido cuidarla como se merece en esa situación.
Tengo la gran suerte de haberme podido formar profundamente en los cuidados paliativos y de hacer las prácticas en el centro de cuidados paliativos Laguna. Los profesionales de este centro se formaron en el Hospice inglés Sto. Christopher Joseph, centro creado por Cicely Saunders, la fundadora de los cuidados paliativos modernos. Esta mujer revolucionó la manera de enfrentarse ante el dolor y la muerte. Pasando largas horas en contacto con los pacientes comprobó, que un paciente que se encuentra al final de su vida padece lo que ella llamaba un “dolor total”, porque no solo sufre el cuerpo con el dolor físico, sino que también está el dolor emocional, el dolor social y el dolor espiritual. Ante esta realidad, Cicely Saunders no optó por quitar el dolor eliminando a la persona que sufre, sino que formó a distintos profesionales para que cuidaran todas las dimensiones del sufrimiento.
Durante mi periodo de prácticas comprobé que esa manera de cuidar no era una utopía, cada lunes nos reuníamos el médico, la enfermera, el trabajador social, el psicólogo, la fisioterapeuta y el agente espiritual, y se estudiaban las necesidades y sufrimientos de cada paciente, para cuidarlos y paliarlos. Tuve la suerte de aprender a mirar de frente al sufrimiento y a la muerte. En esas habitaciones, todos los pacientes sabían que sus días estaban contados, había situaciones muy difíciles y dolorosas, pero curiosamente, al ser cuidados en todos sus sufrimientos, ninguno pedía la muerte. El ambiente que se vivía en esa planta era de paz de tranquilidad, y aunque pueda parecer extraño, se percibía una serena alegría.
Después del máster he tenido la suerte de ser enfermera de onco-hematología. Una enfermera completamente enamorada de mi profesión. Una profesión que se resume en a una palabra: cuidar. En estos 7 años he visto situaciones muy dolorosas, he acompañado a enfermos y familiares en sus últimos días y he podido aplicar todo lo que había aprendido en el máster de cuidados paliativos. He hablado con muchos enfermos y con sus familias, y esto, junto con el cariño y cuidado de todo el personal sanitario, que es espectacular, me ha permitido ver que muy pocos pacientes prefieren la muerte a la vida. Sí he conocido a familiares que decían: “¿por qué no poner una inyección y acabar ya con tanto dolor?” Ha sido el momento de explicarles que su familiar, con una buena sedación paliativa no tiene dolor, que ahora les parece muy largo, pero que en unos días su ser querido ya no estará con ellos y cuando cierren la caja, ya no podrán hacer nada por él. Por eso estos días, que se hacen eternos, son días de devolverles todo el cariño que su familiar les ha dado. Se les explica que todavía pueden hacer mucho por él, pueden estar a su lado, cogerle la mano, hablarle al oído (ya que este es el último sentido que se pierde) decirle todo lo que quieran, despedirse, agradecerle, llorar juntos, rezar con él. En esos días del final de la vida, si se hacen unos correctos cuidados paliativos, puede haber tanto amor, que mitigue y haga más llevadero el dolor. Cuando se explica esto a los familiares suelen responder bien y te dicen “es verdad, tienes razón”. La experiencia que yo tengo es que todos lo han agradecido muchísimo. En algunos casos me los he encontrado por la calle al cabo de los años y me han dado las gracias, y me han dicho: “esos días que parecían tan largos, ahora con el tiempo, los veo como un tesoro, como un regalo”. Es verdad que se sufre, pero copio las palabras de una mujer que estaba perdiendo a su marido de 50 años, y fue atendido por una unidad de cuidados paliativos: “Puede parecer extraño, pero hay tanto amor que está resultando bonito”.
He dicho que he estado trabajando en la planta de onco-hematología durante 7 años. Desde hace dos años ya no puedo, un cáncer de mama metastásico en estadío IV me lo impide. Me he pasado al otro lado, al del dolor y la vulnerabilidad. Soy una persona con una enfermedad crónica, incurable y que por supuesto produce dolor. Cuando estos días escuchaba qué personas eran aptas para pedir la eutanasia y vi que yo era una de ellas, me produjo una profunda tristeza.
Qué sociedad tan débil tenemos que, ante el dolor, te propone eliminar la vida del que sufre y encima verlo como un éxito. Es paradójico que en pleno s. XXI, con tantos avances como internet que nos permiten descubrir tantas cosas y abrirnos a nuevos horizontes, la solución que nos ofrecen cuando llega el dolor sea la muerte. Esto es de una “cutrez” impresionante.
Por favor, no me ofertéis la muerte, cuando esté cansada por tantos tratamientos, no me ofertéis la muerte cuando el dolor aumente, no me ofertéis la muerte cuando un día me levante agotada y diga que no puedo más. Demostradme que no soy una carga y que deseáis tenerme. Por favor, ofertadme lo que afortunadamente yo he podido ver y hacer durante años: unos cuidados paliativos de calidad que me quiten el dolor y me acompañen hasta el final, pero no me pongáis una inyección que acabe con mi vida, y por favor no me digáis que eso es una muerte digna. Quiero haceros llegar unas palabras de Cicely Saunders “Importas por ser tú, importas hasta el último momento de tu vida y haremos todo lo que esté a nuestro alcance, no solo para que mueras en paz, sino para que vivas, hasta el día en el que mueras”
Permitidme terminar con una petición: ayudemos a que nadie, en el momento del dolor, elija la muerte por falta de sentido y de soporte. Hay mucho por hacer y por aliviar, y en esta hermosísima tarea todos y cada uno podemos poner nuestro granito de arena para que las personas mueran de manera natural. Esta opción no es un sueño, es una realidad. Ya que la eutanasia nunca será un fin natural, ni una muerte digna.
Firmado: María Requena Meana. Enfermera de onco-hematología. Máster en cuidados paliativos. Máster en bioética. Enferma de cáncer con tratamiento paliativo.
BIBLIOGRAFÍA
Artículo de Daniel González Barón, ex jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario La Paz
Vídeo de la entrevista de Jordi Évole al doctor Marcos Gómez Sancho
Estimado CIBERAPO
El hecho de que repitas varias veces que “soy un bloguero inteligente” no lo convierte en hecho cierto porque, en verdad, no soy bloguero – ni administro uno ni me dedico profesionalmente a ello- y lo de inteligente es cuestión opinable como casi todo.
La definición de cribado genético es la que es, otra cosa es la finalidad del mismo que puede que sea otra que la señalada por ti (proceder después a una selección), ya que puede utilizarse para conocer sin mas, para salir de dudas, para categorizar etc, no necesariamente para seleccionar y menos con el sentido que yo entiendo que le das.
La definición de medicina defensiva es, según se puede leer en medios como la Gaceta Médica o alguno relacionado con el mundo del derecho, una práctica asistencial que, en la evaluación de las pruebas o tratamientos que han de aplicarse en un proceso clínico concreto, atiende más al riesgo de que el profesional sea objeto de una reclamación por parte del paciente o sus familiares, que a la evidencia científica o utilidad, no entendiendo por tanto – a pesar de mi supuesta inteligencia- que la combinación de esto con el cribado – sin la supuesta finalidad que tú le otorgas- suponga la aplicación obligatoria de nada, sea en hospitales públicos (benditos sean por cierto, todavía no he visto iniciativa privada por ejemplo para afrontar la crisis del virus) o en otros.
“el cribado genético actual habría condenado al aborto perdonadme pero no sé callar. Ya he levantado una bola de partido, quiero poder levantar la segunda y que en unos años papá estado no me de la orden de matarla” Y si, creo que es un tanto exagerado y aventurado afirmar que papá Estado vaya a darte la orden de matar a tu hija o a cualquier otro u otra. Papá Estado, ese enemigo a batir del que se tira cuando conviene (leáse ayudas a empresas por las supuestas pérdidas con la crisis –reparto de beneficios no creo-, pago de conciertos y eventuales contratos, etc).
Y no, no convierto a cada individuo en juez y dios, primero porque no creo que exista el segundo y porque vivimos en comunidad y regidos por unas leyes y unas normas en las que, se supone, todos hemos tenido algo que ver, queramos o no, nos guste mas o menos.
¿ilustrarte yo a ti? nada mas lejos de mi intención ya que no creo ser poseedor de ninguna verdad ni que pueda ofrecer ejemplos o anécdotas para hacerte entender aquello que he querido decir, pero vamos tan sencillo, como ya habrás adivinado con tu plecara mente, como que alguno, alguna o algune podría alegrarse y justificar sus teorías catastrofistas si cualquier Estado obligara a algo como lo que aqui se está tratanto. Asunto harto inimaginable e improbable pero que por estos lares parece que se toma como posibilidad
Samanté y derecho a muerte digna y a decidir aquello que ya se ha consensuado.
Y a compartir IP con las dos Coreas y con Arabia Saudí
Por cierto me encanta el comentario del que se hace llamar Ácrata «Sin acritud, espero que aborteis y os eutaneis voluntariamente ejerciendo viestros derechos antes de que apliquéis lo que he previsto» ¿acaso desea nuestra – de quien??- muerte antes de que se cumplan sus profecias?
Hola,
El cribado genético es una técnica de detección de posibles características congénitas que puedan desembocar en una patología futura para proceder después a una selección (una criba o filtro es un mecanismo de selección).
La medicina defensiva es una perversión de la práctica médica que transforma la praxis médica de acto para la salud del paciente en acto que se toma en función de los riesgos económicos o judiciales de la institución sanitaria o sujeto que la practica.
Si combinas cribado genético en la selección del feto y medicina defensiva tienes de facto la aplicación obligatoria de dicha práctica, especialmente en los hospitales públicos de manera protocolizada y excluyendo cualquier otra.
Yo sé que eres un bloguero inteligente y a buen entendedor pocas palabras bastan.
Hablas de que el comentario se va de madre pero a continuación me das la razón, verás… Yo hablo de que papá estado no puede forzarme a tomar decisiones y yo sin embargo observo que tú vas aun más lejos.
Dices «se decide sobre aquello que engendramos» y efectivamente dotas, no a papá estado, sino A CADA INDIVIDUO de autonomía absoluta, por encima de la que yo pretendo negar a papá estado, porque conviertes a cada persona en juez y dios («se decide») sobre la vida ajena («sobre aquello que engendramos»).
También afirmas «nadie nos obliga a nada», lo cual es en si mismo un absoluto. ¿De verdad que en tu interrelación social no te impones a ti mismo y te impone el resto de la sociedad también, cientos de reglas y límites? Otra cosa es cómo asumas esos límites pero la ordenación de la libertad en sociedad emplea las obligaciones con profusión.
Como eres un bloguero inteligente… reconocerás lo que tú mismo has dicho.
Yo que no soy nada inteligente pues no entiendo eso de que «como mas de uno, mas de una y mas de une desearía para justificar algunos argumentos.» Ilústrame.
Estimado Ignatius.
Por respeto a tu nick, me guste o no, y por ende a tu persona – Ignacio- , no voy a ponerle vocales ni sufijos con ánimo de burlarme de las diferencias que ha habido, hay y habrá y que, por mucho que no le gusten a ciertos seres humanos, ahí estarán y, entiendo, habrá que reconocerlos, reconocerlas y renocerles como merecen.
En cuanto lo que planteas del feto, es muy discutible y discutido el hecho de donde empieza la vida (es acaso una célula algo vivo ¿? si claro, es acaso una célula un ser humano ¿? ) y cuando esta puede considerarse humana o no.
El caso es que hay una mayoría que opina que el aborto es un derecho y por eso está regulado. ¿que no te gusta y que tienes argumentos en contra? Me parece genial. Con la eutanasia pasa exactamente lo mismo.
Hasta nuestros vecinos portugueses han aprobado una norma al respecto, que cosas.
A ver esos artículos o post defendiendo la vida de aquellos que en Palestina son arrollados por bulldozers, en las dictaduras «amigas del capital y del petroleo» son masacrados por pensar o ser diferentes, etc.
Samanté
«el cribado genético actual habría condenado al aborto perdonadme pero no sé callar. Ya he levantado una bola de partido, quiero poder levantar la segunda y que en unos años papá estado no me de la orden de matarla»
Respetando todas las opiniones como no puede ser de otra forma, me da que el comentario se ha ido un poco «de madre».
¿cribado genético actual? Creo que todavía se decide sobre aquello que engendramos y nadie nos obliga a nada, el papá Estado no creo que te dé la orden de matar a tu hija ni a tu vecino, ni siquiera a todo aquel que piense diferente, como mas de uno, mas de una y mas de une desearía para justificar algunos argumentos.
El derecho a la vida y al de elegir libremente como y cuando morir son perfectamente compatibles, otra cosa es que tú opines lo contrario, a ver si ahora los que imponen conductas y pensamiento van a ser otros.
Como profesional que dices que eres de la medicina tengo que recordarte que en la propuesta de regulación de la muerte digna existe la posibilidad de la objección de conciencia, lo que me parece estupendo. No se impone ni la muerte ni a quien puede hacer que sea como quiera la persona que lo pida.
Samanté y muerte digna.
Por cierto Ignatius, disculpa la confusión entre fuente y medio aunque no estaría de más que, ya que eres dado a publicar enlaces, hubieses señalado de donde viene, aunque presumo que ha sido la autora la que ha publicado directamente en tu blog o que cuentas con los permisos necesarios para ello, faltaría más. Un defensor de la legalidad vigente y del cumplimiento del orden y la ley como tú, estoy seguro que lo ha hecho. Reitero mis disculpas por el uso inadecuado del lenguaje.
A raíz de tu comentario he publicado el enlace de ABC y he dejado claro en la introducción que la carta es de su autora como no puede ser de otra manera…
Oye, Calatravo, Calatrava o Calatrave ¿también decide libremente el feto si decide vivir? Ya que dices que abortar es una decisión libre, me gustaría saber si entiendes que la libertad del progenitor es superior q la del feto. Porque yo entiendo que mi libertad acaba donde acaba la del otro, y por tanto el aborto es totalmente contrario al derecho a la vida.
El problema de la eutanasia es abrir la puerta. Cómo sucedió con el aborto, empezó para casos muy restringidos y cada vez amplían más supuestos. Pasará lo mismo con la eutanasia.
Piensa el futuro de una sociedad que mata a sus hijos (aborto) y a sus padres (eutanasia). Tiene poco futuro.
Desde un punto de vista únicamente económico la eutanasia es la mejor opción, pues es la que menos costes le supone al estado. Desde un punto de vista humano es injustificable.
Gracias por introducir un tema de debate espinoso pero creo que muy necesario. Estos días se está debatiendo en el Congreso como primera propuesta de ley de importancia de este nuevo gobierno la eutanasia o derecho a morir. Yo al ser farmacéutico creo que es muy importante que nos tomemos interés en formarnos desde el punto de vista bioético para saber distinguir claramente conceptos como ensañamiento terapéutico, cuidados paliativos, sedación terminal o eutanasia. También en esto debemos formar a la sociedad partiendo del respeto a la dignidad del paciente tal y como contemplan nuestros Códigos Deontológicos. Aparte que desde la razón no tiene sentido un derecho a una no-cosa por ser absurdo. Si los derechos humanos y la constitución consagran el derecho a la vida como base del ordenamiento jurídico no puede consagrarse a la vez el derecho a la muerte. Sencillamente no caben los dos a la vez, son lógicamente incompatibles.
La experiencia sanitaria en Holanda estos últimos diez años demuestra que es una auténtica barbaridad que se les ha ido de las manos, reconocida por sus mismos responsables. Nuestro silencio, de producirse, nos hará una vez más cómplices, y nos acostumbrará a no valorar la vida de nuestros mayores, enfermos, discapacitados o simplemente deprimidos. Ojalá yo esté equivocado y me podáis recordar en el futuro que fui un agorero. Nos echaremos unas risas y pediré disculpas. Pero si se aplica una ley a la holandesa saldremos perdiendo como sociedad. El tiempo dirá. Como además soy padre de una niña con Síndrome de Down a la que el cribado genético actual habría condenado al aborto perdonadme pero no sé callar. Ya he levantado una bola de partido, quiero poder levantar la segunda y que en unos años papá estado no me de la orden de matarla.
Nos dejas sin palabras Maria. No hay mucho más que decir. No se puede ver como un éxito y aplaudir la promulgación de una ley de eutanasia.
Me parece muy coherente lo que dice esta señora y muy amable
SI, sobretodo teniendo en cuenta que está ya viviendo la fase terminal de una enfermedad
https://www.abc.es/opinion/abci-maria-requena-meana-carta-enfermera-paliativos-y-ahora-enferma-cancer-paliar-no-matar-202002190819_noticia.html
Hay opiniones al respecto, la publicada en el ABC (podías poner la fuente Ignatius, es lo mínimo) o la que aparece en el enlace adjunto. Respetable la opinión y la vivencia de María pero he de decir que algunos y algunas pensamos diferente y que no por ello intentamos que ella lo haga. De momento, que según algunos y algunas, se nos viene la dictadura progre encima.
Hay que recordar que, de momento, no la van a hacer obligatoria. Ni el aborto – creo-.
https://www.elperiodico.com/es/sociedad/20190702/enfermo-terminal-parkinson-malgrat-clama-morir-dignamente-carta-7532737
La fuente está puesta. Es la persona que firma. No confundas fuente con medio.
Estimado o estimada Calatravo o Calatrava, o estimade Caltrave: la opinión publicada aquí también publicada en el ABC está bien atribuida, a su autora con nombre y apellidos. La fuente original, es su autor siempre y en este caso, la credibilidad no la da la referencia de dónde más se haya publicado sino la autoridad que el autor tiene en la materia, presentada su circunstancia.
El artículo que citas viene con un sesgo de serie, precisamente el medio que lo publica, cuya línea editorial condiciona de antemano como se tratará la noticia. Como hay libertad de expresión, es también respetable, pero en mi opinión, no hay color sobre la calidad y fundamento de esta carta y aquel artículo.
Me quedo con lo que tu has referido, que no será obligatoria, DE MOMENTO. Como dice la canción, los progresistas progresistos y progresistes vais des-pa-cito. Pasito a pasito. Luego habrá que eutanar a los fachas, y vosotros vosotras y vosotres sereis los que repartís los carnets de fachas ultras y los de feministas, indepes, antis, y demás buenas gentes.
Sin acritud, espero que aborteis y os eutaneis voluntariamente ejerciendo viestros derechos antes de que apliquéis lo que he previsto.
Impresionante testimonio. Me reafirma en mi postura contraria a la eutanasia y me confirma en mi impresión de que nadie (salvo una minoría mínima) prefiere la muerte a la vida y estos lo hacen siempre por un error nuestro, por no saber o no poder darles los cuidados y el amor precisos para que sus últimos días puedan afrontarlos sin dolor, en paz y visualizando el cariño de los suyos.
Gracias Manuel por tu comentario
Me reafirmo en el testimonio de la enfermera, hace pocos meses enfrenté esta enfermedad con mi padre, (Q.E.P.) y estar ahí hasta el final da tiempo de demostrarle y decirle lo que sientes a tu ser querido. Es muy duro el trance pero ahora tengo paz en mi interior, se que hice todo lo que estuvo en mi mano, no pude hacer más, pero es un consuelo saber que le di todo lo que pude y necesitó hasta su último aliento.
No tengo nada que pueda reprocharme a mi misma, se que hice todo lo que estaba en mi mano y eso es reconfortante.