Hoy les traigo un artículo muy breve (ya me han dicho que los hago demasiado extensos), de algo que no suele salir en la TV pues no suele despertar el interés de los medios generalistas, cosas buenas, ejemplos de vida que también existen en el día a día de mucha gente buena, extraordinaria. Les traigo un ejemplo de amor escondido.
En agosto de 2013, un hombre llamado Li Zhihua, tuvo un terrible accidente de tráfico cuando iba en su motocicleta, a consecuencia de los severos daños cerebrales sufridos Li quedó en coma profundo en estado vegetativo ingresado en un hospital de la provincia de Hubei.
Desde un primer momento, los médicos del hospital le trasladaron a su mujer, Zhang Guihuan, un diagnóstico fatal: su marido se quedaría en estado vegetativo de forma permanente.
A pesar de los pronósticos, y desde hace 5 años, con su marido Li postrado en la cama del hospital su mujer, permaneció a su lado cuidando de él casi sin descanso. Han sido más de 40.000 horas de compañía en la que ella conversaba con él, le cantaba sus canciones favoritas, le leía las noticias del día, le aseaba y le daba de comer.
Según relata el personal del propio hospital, Zhang cuidaba de su marido de todas las maneras posibles, sin apenas descanso, durmiendo entre 3 y 4 horas diarias y perdiendo, a consecuencia de la extrema dedicación y esfuerzo, 10 kg de peso a pesar de su ya delgada constitución.
Algunos medios trasladan que Zhang se negó a aceptar el diagnóstico de los médicos, que afirmaban que su marido estaría en un estado vegetativo permanente. Personalmente apuesto a que no era solo un tema de fe en la recuperación de su marido sino también la posibilidad que los médicos le habían trasladado de que su marido pudiera percibir y oír algo de lo que pasara a su alrededor pues el estado de coma continúa siendo a día de hoy un misterio. Tal vez ambas razones le hicieron permanecer estos 5 años de forma constante a su lado. Lo que es innegable es el profundo amor que le tenía.

El hecho milagroso ocurrió este verano y ante la enorme sorpresa de todo el personal médico del hospital, Li despertó. Las primeras palabras que dijo al hacerlo fueron «¡Esposa, te amo!»
La historia trascendió primero a los medios locales chinos Btime.com y Pear y finalmente a un medio occidental el daily mail. En la entrevista que este último medio le hizo la mujer, esta afirmó:
«I have never thought about giving up. As long as he is alive, I will keep serving him»

No se a ustedes, a mi la noticia me impresionó. Por un lado pensé en qué hubiese pasado de estar ingresado Li en un hospital francés, holandés, belga o británico… con el diagnóstico y pese a la oposición de su mujer le hubiesen aplicado la eutanasia como ha ocurrido con casos similares como el reciente de Vincent Lambert, pero sobretodo me hizo recordar aquellas palabras que antaño en las bodas se les decía a los contrayentes: «En la salud y en la enfermedad hasta que la muerte os separe» y que ya nadie parece creer. Este verano sin embargo, he tenido la suerte y la oportunidad de ver a muchas parejas ya mayores para las que esas palabras permanecen vivas, matrimonios que en la vejez se ayudan, caminan con las manos cogidas y se miran y sonríen con ternura y amor, aunque esto no lo verán nunca en un telediario.
Estamos muy necesitados de noticias así que nos alegren la vida y dexintoxiquen nuestras mentes.
Yo creo que esta historia, es una prueba de que la fé mueve montañas.
Felicidades por el artículo
Muchas gracias Vicente. Te lo agradezco
Tus artículos no son largos. Ni cortos. Tienen la extensión justa para expresar tus ideas. Y a fe que lo haces de modo preciso y, a veces, brillante!
Pero no puedo estar de acuerdo contigo en tu defensa a ultranza de las vidas….ajenas.
El bien más preciado que posee un ser humano (cualquier ser vivo) es la vida. Aparte de valiosísimo, es suyo y, como tal, puede disponer de él como quiera.
Cuando una persona tiene una vida en condiciones pésimas, sean a nivel físico o psicológico, tiene derecho a decidir, si es su deseo y tiene las facultades mentales en buen estado, morir. Ni tú ni nadie puede imponer que siga viviendo si su deseo es el contrario. Porque la vida es maravillosa….cuando es vida.En el momento en que se convierte en sucedáneo de mala calidad, para alguno de nosotros no merece la pena ser vivida.
Estimado Emilio,
No puedo por menos darte las gracias por cómo has expresado tu discrepancia. El respeto y el cariño con el que lo has hecho de verdad que es un ejemplo para mi que a veces reacciono con vehemencia a comentarios críticos en facebook.
Entiendo perfectamente la lógica del argumento en defensa de la elección sobre la vida de uno mismo. Al final he de reconocerte que hay una concepción cristiana de la vida, un pensamiento cristiano que influye en mi caso en la visión de todo lo demás. Y no es que el ser cristiano o católico te determine que tengas que pensar esto o aquello sobre determinadas cuestiones sino más bien al contrario, a medida que ahondas en el pensamiento y la antropología cristiana te das cuenta que esta está hecha como un guante es a una mano, hecha al ser humano y que son piezas de puzles que encajan perfectamente unas con otras.
El pensamiento cristiano afirma que la vida es un don que no te pertenece entre otras cosas porque uno no vive para si sino para los demás. La vida de Teresa de Calcuta no le pertenecía a ella porque, a través de ella, llenó de alegría, bienestar y paz a millones de personas que se beneficiaron de ella. Cada uno de nosotros tenemos la misma obligación, hacer el bien a todos cuantos se cruzan intentando influir positivamente en sus vidas. Quitarnos la vida es renunciar a ese derecho y esa obligación, es mirar solo para si… ya que la vida no me da lo que quiero renuncio a ella, cuando el pensamiento cristiano no examina lo que la vida te aporta sino lo que tu aportas a la vida y eso siempre, siempre puede ser positivo.
En fin, que lo que te quiero transmitir primero es agradecerte el tono y tu amable comentario nuevamente y en segundo lugar que mi pensamiento es fruto de una concepción basada en el humanismo cristiano y eso se nota. No defiendo el derecho a quitarse la vida porque creo que esta es un regalo y porque creo que cualquier ser humano tiene además la obligación de aportar algo de bueno al mundo. Como decía la nombrada Teresa de Calcuta «A veces sentimos que lo que hacemos es tan solo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara una gota»
Por otra parte mi formación (hice el doctorado en psicofarmacología) me hace conocer bien las vulnerabilidades de la mente humana y ver que la decisión de quitarse la vida puede estar muy mediatizada por una enfermedad depresiva o por una falta de autoestima patológica, cosas que tienen remedio en un alto porcentaje de casos
Un saludo y gracias de nuevo
Si Jesucristo fuese preguntado por el derecho a la felicidad del individuo, por encima de la felicidad de la Comunidad,… diría: «Mi padre no desea el mal a nadie en la tierra. El derecho a liberarse del sufrimiento estaría bendecido por ÉL». – Francisco.
Genial idea este artículo, muchas gracias de nuevo Ignatius.
Gracias Ramonón!!!
No los haces extensos, los haces brillantes que no es lo mismo ni parecido
Muchísimas gracias Jesús! Un placer tenerte como lector